Cristobal y Maria fueron los fundadores de la parada en 1971.
Labradores e hijos de labradores, se dedicaban a la venta de las verduras de temporada que ellos mismos cosechaban en sus tierras de Alboraya.
Verduras frescas, hortalizas y tubérculos.
Más tarde y durante varias décadas, se dedicaron a la campaña de la uva,(septiembre a diciembre) comprando directamente al agricultor su plantación completa, y trabajándola en unión con sus 4 hijas, (las cuales lo recuerdan con añoranza, pues fue parte de su infancia, y con momentos inolvidables como «el olor a viñedo al amanecer».
Más tarde y durante varias décadas, se dedicaron a la campaña de la uva,(septiembre a diciembre) comprando directamente al agricultor su plantación completa, y trabajándola en unión con sus 4 hijas, (las cuales lo recuerdan con añoranza, pues fue parte de su infancia, y con momentos inolvidables como «el olor a viñedo al amanecer».
Ana es la hija mayor, de las cuatro que son, y la que siguió con “la saga”.
Fué en 2003, cuando se dividió la parada, y Ana fundó “El cantó de la bona tomata“. El nombre se eligió porque acordaron sus padres y ella no hacerse la competerncia, es decir, ellos cultivaban el verde; lechugas,alcachofas,cebolletas y rábanos… Ella frutas y otras verduras y hortalizas…(en especial TOMATES).
De esta manera, entre los dos titulares “padres e hija” , completarían la gran variedad de productos que hay..( o los mas básicos).
En 2017, tras la jubilación de Cristobal y María, Ana fué la que abarcó el negocio al completo, (con ayuda de sus trabajadores/as) y la que sigue a día de hoy al frente de la parada.
En 2017, tras la jubilación de Cristobal y María, Ana fué la que abarcó el negocio al completo, (con ayuda de sus trabajadores/as) y la que sigue a día de hoy al frente de la parada.